La noticia ya ha sido confirmada por las autoridades: el fenómeno de La Niña ya está en nuestro país desde junio pasado.
Según los especialistas, esta anomalía climática se da cuando la temperatura del mar es al menos un grado inferior al promedio histórico durante tres meses consecutivos.
Generalmente, ocasiona intensas lluvias e inundaciones en algunas partes del país, sobre todo en la costa. Además, trae consigo vientos fuertes desde el sur hacia el norte.
Si bien aún no se puede identificar la real magnitud del fenómeno, para el contraalmirante Germán Vásquez Solís, presidente del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) y del Comité del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (Enfen), las previsiones iniciales apuntan a una Niña ‘moderada’, que no generará lluvias, pero sí ‘frío, humedad y un mayor oleaje anómalo’. ‘Podría extenderse hasta el mes de setiembre’, afirma.
Pero ¿cuáles serán las consecuencias de este fenómeno? Para Cecilia Peña, bióloga del Imarpe, podrían haber cambios positivos y negativos, dependiendo de su magnitud. En el mar, por ejemplo, La Niña atraerá más especies como el pejerrey, pero alejará otras como el atún y el bonito.
En los campos de cultivo no se notará mucho, pues La Niña no traerá lluvias. Así, se verán favorecidos cultivos como el mango y la uva, pero afectaría al arroz y algodón.
Por la llegada de más frío, podría aumentar la incidencia de resfriados y enfermedades respiratorias. Cabe indicar que el gobierno ya coordina con el Enfen las medidas para enfrentar sus posibles consecuencias.