De 55 años, Caroline Kennedy fue una de las primeras personalidades que respaldó a Obama en las primarias estadounidenses contra Hillary Clinton. Su nombramiento deberá ser confirmado por el Senado.
“Un presidente como mi padre”, había escrito en una columna de The New York Times cuando el desenlace de la primaria demócrata estaba todavía lejos de ser zanjada.
Su tío, Ted Kennedy, el “viejo león” del Senado fallecido el agosto de 2009, también había respaldado la candidatura de Obama.
Durante la convención demócrata de 2008, Caroline Kennedy tomó la palabra para apoyar a Obama. En el 2012 fue uno de los 35 copresidentes de su campaña para la reelección y participó en reuniones para reunir fondos congregando a la alta sociedad de Manhattan.
“Se ha convertido en una de mis amigas más queridas”, dijo Obama en 2008.
Su nombramiento se inscribe en la tradición estadounidense de proporcionar ciertos puestos de embajador a personalidades destacadas no diplomáticas. Fue el caso en Japón de varios pesos pesados de la política estadounidense como el ex presidente Walter Mondale, del ex senador Miek Mansfield y de Thomas Foley, ex presidente de la Cámara de Representantes.
El esperado nombramiento de Carline Kennedy ha suscitado algunas críticas que subrayan su falta de experiencia en un contexto de tensiones persistentes en Asia, especialmente entre China y Japón sobre la soberanía de las islas Senkaku o el tema siempre candente del programa nuclear norcoreano.