(Opinión) Decir lo que quieren oír

“Casi ningún partido peruano ha elaborado un discurso que tenga vigencia en estos tiempos en nuestro país. Las campañas de comunicación no recaen en manos de verdaderos asesores de la comunicación sino en los sobones de turno”.

Por: Verónica Klingenberger

El lenguaje político está lleno de eufemismos. No queda otra cuando de lo que se trata es de ganar elecciones a través de un discurso. A ese nivel, la comunicación está diseñada para ganar la confianza de grupos demasiado grandes e ideológicamente distintos. No hay espacio ahí, si lo que se busca es ganar, para la honestidad absoluta ni la reflexión filosófica. Se deben elegir palabras que transmitan ideas poderosas y repetirlas y repetirlas y repetirlas hasta que por fin el público logre escucharlas por primera vez.

Uno de los asesores más controversiales en EEUU, estratega del partido republicano y autor de cuatro libros sobre el poder del lenguaje en el éxito político y personal, tiene una frase que expone claramente una de las claves para llegar a cualquier audiencia: ‘lo importante no es lo que dices, sino lo que la gente entiende’. Y Frank Luntz no es el único que piensa así.

Un artículo publicado en The Economist el domingo pasado hace un paralelo revelador entre el lenguaje utilizado por demócratas y republicanos a la hora de querer vender sus respectivas ideologías. Aunque los demócratas hayan ganado 4 de las pasadas 6 elecciones en EEUU, algunas conclusiones apuntan a que los segundos estarían haciendo un mejor trabajo en términos comunicativos en los debates más recientes. A través de frases cortas y mensajes concretos, los conservadores evocan emociones a diferencia de sus pares liberales, quienes prefieren utilizar un lenguaje abstracto y se rehusan a reducir ideas complejas en un eslogan de dos palabras. Algo de cierto hay en lo que plantea The Economist. En el debate sobre el aborto, por ejemplo, los republicanos prefieren usar la palabra ‘vida’ mientras los demócratas apuestan por ‘elección’. ¿Qué término es más potente?

El mismo Barack Obama repitió como un mantra ‘Yes we can’ a pesar de que uno de los guionistas de su equipo confesó que siempre odio las tres palabras más gritadas por los hinchas del deporte peruano. Y así ganó dos veces.

¿Qué podemos decir del lenguaje que utilizan los políticos locales? Casi ningún partido peruano ha elaborado un discurso que tenga vigencia en estos tiempos en nuestro país. Las campañas de comunicación no recaen en manos de verdaderos asesores de la comunicación sino en los sobones de turno. Quien ha elaborado el mejor discurso político de los últimos años en el Perú, y esto ya no es ninguna novedad, es un cocinero llamado Gastón Acurio, quien parece haber seguido todos los consejos de Luntz. Por mencionar solo tres de ellos: la credibilidad es tan importante como la filosofía, la consistencia importa, y siempre ofrece algo nuevo.

La nueva clase media peruana necesita una narrativa que la inspire y con la cual se identifique. Los candidatos a las próximas elecciones deberían ir pensando en eso y así garantizarnos, al menos, un circo de mayor nivel, en donde el mal menor no lo encarne, otra vez, un ególatra con sobrepeso. Y no me refiero a Acurio.

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