“Gracias a todos por vuestras oraciones. Espero ansiosa mi nueva vida”, confesó Michelle Knight, que ahora tiene 32 años, en un video de tres minutos publicado en YouTube, en el que también agradecen a todos aquellos que han donado dinero para ayudarlas a reconstruir su vida.
“Tal vez he vivido un calvario, pero soy suficientemente fuerte como para caminar por el infierno con una sonrisa en la cara, con la cara bien alta y con los pies en la tierra”, agregó, sin dejar de sonreír, “quiero comenzar una nueva vida”.
“Cada día me siento más fuerte y conservar mi privacidad me ha ayudado inmensamente. Pido a todo el mundo que siga respetando nuestra privacidad y nos dé tiempo para tener una vida normal”, reconoció por su parte Amanda Berry, de 27 años, la mujer que destapó el caso cuando logró escapar.
Gina DeJesus, que ahora tiene 23 años, pareció la más tímida de las tres, ya que se limitó a dar las gracias por el apoyo recibido. Aparece acompañada por sus padres. Su padre también agradece los donativos de la gente y la madre hace un llamamiento a todos los padres con hijos desaparecidos a que soliciten la ayuda de los vecinos.
Es la primera vez que las mujeres hablan en público desde que el caso salió a la luz a principios de mayo después de que Berry lograra escapar con su hija Jocelyn, de seis años y nacida en cautiverio, tras captar la atención de un vecino sacando su mano por una puerta cerrada.
La policía encontró luego cautivas en la casa a DeJesus y Knight. Las tres mujeres habían sido raptadas en incidentes separados en 2002, 2003 y 2004.
Ariel Castro, un conductor de autobús desempleado de 52 años, acusado por la justicia estadounidense de secuestrar, maltratar, violar y provocar abortos a las tres mujeres, se declaró el 12 de junio no culpable de todos los cargos imputados.
Castro podría ser condenado a la pena de muerte por asesinato, debido a que provocó la interrupción del embarazo de una de sus víctimas.
La semana pasada, un juez dictaminó que Castro no podrá ver a su hija Jocelyn.