Un Boeing 777 de la compañía surcoreana Asiana Airlines se incendió parcialmente tras aterrizar de emergencia este sábado en el aeropuerto internacional de San Francisco procedente de Seúl con más de 300 personas a bordo, provocando la muerte de al menos dos personas y heridas a otras 130.
Esos datos fueron comunicados en conferencia de prensa por la jefa de Bomberos, Joanne Hayes-White, según la cual las autoridades todavía están procesando el balance global de víctimas.
Según la jefa de bomberos, “alrededor de 60 personas” aún faltaban en el conteo efectuado sobre el terreno. Precisó además que 108 personas no tuvieron necesidad de ser hospitalizadas pese a sus heridas.
Un agente de la policía federal (FBI), David Johnson, dijo por su lado que hasta el momento no hay ningún elemento que permita indicar que el accidente fue originado por un acto terrorista.
El Hospital General de San Francisco, uno de los que trata a los heridos, había indicado más temprano que tenía a cargo 10 personas (6 de ellas mujeres y 4 hombres), todas en estado “crítico”.
El Boeing, que transportaba 291 pasajeros y 16 tripulantes, yace cerca de la pista, semicalcinado, con la cola separada del resto del fuselaje por unos cien metros. El aparato no embistió ningún edificio antes de accidentarse.
Entre los pasajeros había 77 coreanos, 141 chinos, 61 estadounidenses y un japonés, indicó Asiana.
El aparato, rodeado de camiones de bomberos, ambulancias y otros vehículos de equipos de emergencia, reposa en una sección de tierra paralela a la pista de aterrizaje.
La Autoridad Federal de Aviación (FAA) estadounidense confirmó que el avión se accidentó al tocar tierra. Testigos del accidente afirman que la cola del aparato golpeó la pista al aterrizar.
Las causas del accidente seguían siendo una incógnita. La presidente de la Agencia de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB), Debra Hersman, dijo en una conferencia de prensa en Washington que “es aún muy temprano para decir algo” y que “todas las hipótesis están sobre la mesa”.
El portavoz de la FAA, Lynn Lunsfor, dijo a la AFP que el aeropuerto de San Francisco (California, sureste) cerró sus operaciones hasta nuevo aviso. El accidente se registró sobre las 18H30 GMT. Ante esta situación, la mayoría de los vuelos fueron desviados a Los Ángeles.
“Vi gente ensangrentada”
“Lo hemos visto tocar el suelo, la cola se ha quebrado casi inmediatamente tocando lo que parecía el extremo de la pista”, relató a la CNN Jennifer Sorgen.
Un pasajero colgó en Twitter una foto que muestra a gente saliendo del avión, aparentemente sanos y salvos. También se aprecia un tobogán de salvamento desplegado en la parte delantera de la nave.
“Acabo de aterrizar de emergencia en SFO. Cola perdida. Parece que todo el mundo está bien. Yo estoy bien”, escribió David Eun en su cuenta de la red social.
“La nariz del avión estaba más elevada de lo normal para un aparato en fase de aterrizaje, y me dije que era raro”, relató a ABC News Stepehn Dear, un testigo del accidente. “Se fue acercando cada vez más, y vi cómo la cola tocaba el piso”, agregó.
Otra pasajera, Chun Ki-Wan, declaró al canal YTN de Seúl vía telefónica que “la mayoría de los pasajeros salieron del avión sanos y salvos, siguiendo las instrucciones de la tripulación”.
“Vi a algunos ensangrentados, que eran llevados al hospital en ambulancias. Todo parecía normal antes del aterrizaje”, agregó.
Las condiciones meteorológicas no parecían haber tenido influencia en el accidente, ya que el cielo estaba despejado el sábado en San Francisco.
La policía caminera de California cerró todas las carreteras que conducen al aeropuerto, un importante centro de Estados Unidos especializado en vuelos desde y con destino a Asia.
Los Boeing 777 son aparatos para larga distancia que pueden transportar de 246 a 300 pasajeros, según el sitio web de la firma Asiana Airlines.
Según la página de Flightware, el último accidente de un Boieng 777 fue en 2008, un aparato de British Airways que se estrelló antes de alcanzar la pista de aterrizaje del aeropuerto londinense de Heathrow.