“Es difícil prever alguna cosa. Pero no esperamos que suceda algo porque las reivindicaciones no están vinculadas a la visita del Papa. Tienen que ver con nuestro gobierno. Por eso supongo que no habrá grandes problemas”, dijo Hummes.
El arzobispo emérito, que apoya las históricas manifestaciones que cobraron fuerza hace tres semanas, dijo al periódico que el Papa “no teme que (las protestas) perturben la visita que el pontífice hará a Brasil”.
Los obispos católicos de Brasil también han expresado su apoyo a las multitudinarias manifestaciones en Brasil.
El ministro secretario de la presidencia, Gilberto Carvalho, advirtió no obstante que Brasil tiene que estar preparado ante la eventualidad de que haya protestas en ese período.
“Tenemos que estar preparados incluso para la (eventualidad de que) la Jornada ocurra en un clima en que estén ocurriendo manifestaciones en el país”, afirmó el ministro en una reciente reunión con organizadores de la JMJ.
“La coyuntura evoluciona tan rápidamente que no hay mucho cómo profetizar, decir que ocurrirá ésto o aquéllo, sería temerario, pero tenemos que estar preparados”, dijo.