Los delincuentes fugados del penal de Lurigancho y que hoy fueron abatidos por la Policía Nacional, habían secuestrado durante varios días a la familia propietaria del inmueble donde estaban escondidos en Comas, se confirmó hoy.
El fiscal que llegó hasta el lugar de los hechos, Enrique Ganoza Zúñiga, confirmó a la prensa que los delincuentes tenían intimidados y amenazados de muerte a los ocupantes de la vivienda, ubicada en la quinta cuadra de la calle Los Membrillos, en la urbanización San Carlos, Comas.
Según dijo, eran al menos cuatro personas, entre ellas una persona mayor y un menor de edad, a quienes los delincuentes habrían advertido que matarían si llamaban a la Policía.
Ganoza Zúñiga señaló que la intervención policial fue producto de una pesquisa y de un seguimiento de inteligencia y que el enfrentamiento con los evadidos ocurrió al interior de la vivienda, sin que, afortunadamente, ningún policía resultara herido.
Asimismo, confirmó que en el lugar se hallaron varias armas de fuego, así como droga y una granada que fue neutralizada por la Unidad de Desactivación de Explosivos.
El fiscal no quiso confirmar si los delincuentes abatidos estaban preparando un asalto y se rehusó a dar mayor información para no poner en peligro la investigación del caso
Agregó solo que la Policía ingresó al lugar para rescatar a los rehenes siendo repelidos por los maleantes, tres de los cuales fallecieron, incluido el asesino confeso del reportero gráfico Luis Choy.