Por: Dra. Rita Denegri y Dr. Alessandro Lanata
El Cáncer, según su teoría, es el resultado de un metabolismo deficiente debido a la mala nutrición y la exposición a los pesticidas a largo plazo, fertilizantes químicos, el aire y contaminación del agua, así como otros irritantes que saturan el medio ambiente.
La terapia Gerson combina una terapia de desintoxicación intensa con una nutrición completa, destinada a restablecer la inmunidad natural del cuerpo y poder curativo que este tiene.
Uno de los pacientes de Gerson fue en Dr. Albert Schweitzer, ganador del Premio Nobel a la medicina. Quien a través del programa nutricional, a la edad de setenta y cinco años, logró controlar su diabetes al punto que dejó de tomar insulina.
Lamentablemente, su tratamiento poco ortodoxo no tuvo éxito en la cerrada Sociedad Médica de Nueva York, de donde fue expulsado y privado de sus afiliaciones con hospitales.
Con los años, la terapia Gerson ha logrado un impresionante número de sobrevivientes de cáncer a largo plazo. Lo que es indiscutible es que la terapia no es fácil de seguir. Es rigurosa, requiere enfoque y no debe llevarse a cabo sin la intención de perseverar.
Cumplir con el régimen, a veces puede parecer un trabajo de tiempo completo y en ocasiones requiere de ayuda exclusiva. En su libro, Max Gerson advierte: “Es recomendable no iniciar el tratamiento, si por cualquier razón la adhesión estricta a éste no es posible. “
Sin embargo para aquellos que perseveran, los beneficios pueden ser muy importantes.
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