Unos centímetros de alto, apenas 30 gramos, cola larga y dedos huesudos: es el perfil de un primate que vivió hace 55 millones de años, el más antiguo descubierto hasta ahora y por lo tanto el antepasado más antiguo de hombre.
Según los paleontólogos responsables del descubrimiento, publicado el miércoles en la revista Nature, este fósil único ayudará a completar el árbol genealógico de la evolución de los primates, entre los cuales el hombre.
“Este esqueleto nos revelará una gran parte de la historia sobre los orígenes de los primates y de nuestros ancestros lejanos”, resumió en una teleconferencia el investigador Xijun Ni, de la Academia de Ciencias de Pekín, quien dirigió el estudio.
El descubrimiento data de hace unos 10 años, cuando Xijun Ni organizaba excavaciones en la provincia china de Hubei. Entonces le presentaron un fósil descubierto por un campesino en una cantera cerca de Jingzhou, no muy lejos del río Yang-Tse.
El fósil estaba encerrado en una roca partida en dos y se necesitaron años de trabajo minucioso y el empleo de escáneres 3D para lograr una imagen completa y detallada del espécimen.
Se trata de un primate tan extraño como minúsculo, más pequeño que el lémur ratón de Berthe (Microcebus berthae), un lémur pigmeo de Madagascar que, con sus 9 centímetros, es el primate viviente más pequeño del mundo.
Su esqueleto muestra que estaba particularmente bien adaptado a vivir en los árboles. Con sus largas extremidades y cola y sus dedos delgados “debe haber sido un excelente saltador arborícola, activo durante el día y alimentándose esencialmente de insectos”, estima Xijun Ni.
El ancestro de todos los primates fue bautizado Archicebus achilles. “Archicebus” significa “primer mono con cola larga” y “achilles” es una referencia al mítico guerrero griego Aquiles y a la anatomía particular de su tobillo.
Híbrido extraño
“Archicebus es radicalmente diferente de todos los demás primates conocidos, en vida o fósiles”, precisa Chris Beard, del Carnegie Museum of Natural History de Pittsburgh (EEUU), quien participó en la investigación.
“Parece un híbrido extraño, con los pies de un mono pequeño, los brazos, piernas y dientes de un primate muy primitivo, y un cráneo con ojos sorprendentemente pequeños”, explica.
Este esqueleto casi completo es hasta ahora el más antiguo descubierto. Supera por unos siete millones de años los récords anteriores: Darwinius, encontrado en Alemania en Messel, y Notharctus, hallado en Estados Unidos, en Wyoming.
Si Archicebus resulta tan importante para los científicos es porque vivió en el momento en que las distintas especies de primates comenzaron a divergir.
Con el correr de la evolución, una rama dio lugar por un lado al tarsero actual, un pequeño primate nocturno y arborícola de grandes ojos. Otra dio nacimiento a los antropoides (grandes monos sin cola), un grupo vasto que incluye entre otros a los chimpancés, gorilas, orangutanes y humanos.
La cantera donde fue hallado el Archicebus era en su época un lago, hoy convertido en caverna de Alí Babá de los paleontólogos, con una profusión de fósiles de aves y peces del Eoceno. En esa época, la Tierra era un invernadero gigantesco, con palmeras hasta en Alaska.
“Era verdaderamente un período formidable para los primates”, resume Beard, para quien el descubrimiento del Archicebus en China no fue fruto del azar. En el Eoceno la región era una de las más ricas en biodiversidad que muy probablemente dio nacimiento a los primeros primates, estima.
“Los últimos descubrimientos paleontológicos indican que los primeros pasos decisivos en la evolución de los primates, incluyendo la evolución hacia los antropoides, fueron dados en Asia y no en África, como se pensaba hace 20 años”, afirma el investigador.
Los primeros antropoides al parecer migraron a África, a donde llegaron hace unos 38 millones de años. En cuanto a los grandes monos y el hombre, podrían muy bien haber divergido en diferentes líneas en África, hace entre cinco y 10 millones de años.