Lectura obligada, bajo presión y estrés alejan a los escolares de los libros

El autor del libro infantil “Misterio del pollo en la batea”, Javier Arévalo, asegura que el hábito de la lectura debe ser amigable.

No existen estudiantes que no les guste leer, lo que sucede es que no les gusta que los obliguen a hacerlo, afirmó hoy el escritor y periodista, Javier Arévalo.

Durante su intervención en el programa Generación Zeta, que trasmite TV Andina, Arévalo señaló que a través del Plan Lector las escuelas públicas y privadas pueden enseñar el hábito por la lectura de una forma amigable y entretenida.

‘Las lecturas tienen que ser sobre temas de interés y las bibliotecas deben estar diseñadas para enseñar a leer con placer, como si fuera un juego, en espacios amigables donde se incluyan revistas e historietas, por ejemplo’, anotó.

El autor del libro infantil ‘Misterio del pollo en la batea’ recordó que el Plan Lector que se ejecuta desde el año 2006, fija la lectura de un libro por mes como meta para los escolares.

‘En el Perú existen aproximadamente ocho millones de escolares, de los cuales solo tres millones tienen acceso a la lectura porque estudian en escuelas que tienen biblioteca o padres de familia que les compran libros’, anotó.

Es decir, dijo, cinco millones de niños y niñas están excluidos del libro y la lectura.

‘Cómo vamos a producir lectores si los alumnos no tienen cercanía con los libros. Y no es solo problema de la escuela pública, sino de la escuela peruana, de la privada también, que hace poco para que profesores y alumnos accedan a los libros. Por eso los chicos no los aprecian’, señaló.

En su opinión, con el acceso a Internet ahora los jóvenes están leyendo más que nunca, pero el problema es que no leen contenidos de mayor calidad y además el vocabulario utilizan es limitado.

‘El Internet es una herramienta mayormente de información y para usarla bien justamente hay que leer porque sino el uso se reduce al chateo o al consumo básico de portales. El libro seguirá siendo el mejor medio para ampliar el conocimiento’, afirmó.

Recomendó asimismo, estimular de forma permanente al cerebro pues la adolescencia y juventud no son etapas tardías de la vida para que una persona aprenda el hábito de la lectura.

‘El cerebro es versátil y responderá siempre a los estímulos’, enfatizó finalmente.

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