Las autoridades estadounidenses anunciaron el lunes la devolución a Mongolia de un fósil de un tiranosaurio de 70 millones de años, robado en ese país y subastado en Nueva York en mayo de 2012, tras ser ingresado de manera ilegal a Estados Unidos.
Se trata del esqueleto reconstruido y casi completo de un Tiranosaurio Bataar, primo menor del Tiranosaurio Rex y que vivió en el Cretácico tardío.
Fue confiscado por la justicia estadounidense en junio pasado luego de una denuncia del gobierno mongol, que alertó sobre su subasta en Nueva York un mes antes por la suma de 1,05 millones de dólares.
“Esta es una de las repatriaciones de fósiles más importantes de los últimos años”, indicó el director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense, John Morton, citado en un comunicado.
Como resultado de la investigación, la justicia federal detuvo en octubre pasado al estadounidense Eric Prokopi, de 38 años, quien dos meses más tarde admitió su culpabilidad en tres cargos vinculados con tráfico ilegal de fósiles de al menos siete dinosaurios de Mongolia y China.
Al detener a Prokopi, que se presentaba como un “paleontólogo comercial”, las autoridades se dieron cuenta de que el esqueleto subastado no era más que “la punta del iceberg” de un negocio ilegal.
En efecto, en un depósito en Florida fueron hallados los restos fósiles de otro Tiranosaurio Bataar, un Saurolophus y dos Oviraptor.
Prokopi ya había vendido además el esqueleto de otro Saurolophus por 75.000 dólares a una casa de subastas en California (oeste de EEUU). Las autoridades estadounidenses confiscaron estos restos fósiles en septiembre pasado.
Antes, en 2010, Prokopi importó a Estados Unidos los restos fósiles de un pequeño dinosaurio volador de China, que también fue recuperado por las autoridades.
El juez federal Alvin Hellerstein dará a conocer el próximo 30 de agosto la sentencia de Prokopi, que enfrenta una condena de hasta 17 años de prisión, además de una posible multa por cientos de miles de dólares.