Un niño de cuatro años hirió gravemente de bala en la cabeza a otro de seis años con el que jugaba en Nueva Jersey (noreste de Estados Unidos), dos días después de un incidente mortal con armas que también involucró a un menor de cuatro años en Tennessee (sur).
El hecho ocurrió el lunes por la noche en la pequeña ciudad de Tom Rivers, a un centenar de kilómetros de Nueva York. El niño de cuatro años que jugaba afuera con su amigo había encontrado en su casa un rifle cargado, según las autoridades.
Todavía se desconoce cómo se dio el disparo, pero la bala quedó en el cerebro de la víctima, hospitalizada en estado grave.
Dos días antes, otro niño de cuatro años disparó contra la esposa de un sheriff adjunto en Lebanon, Tennessee, durante un asado familiar. Según la policía, el agente estaba mostrando su colección de armas cuando intervino el niño.
“Sólo fueron necesarios unos pocos segundos para que el niño entrara a la sala sin que se dieran cuenta, tomara el arma y saliera el disparo”, explicó el jefe de policía Robert Bryan en la cadena de televisión local WTFV.
La víctima, Josephine Fanning, de 48 años, murió en el acto.
Estos dramáticos acontecimientos con armas de fuego ocurren cuando el presidente Barack Obama volvió a prometer este lunes seguir luchando para reforzar la legislación sobre la venta de armas de fuego, pese a una fuerte oposición del Congreso, tres meses después de la matanza en Newtown (Connecticut), en la que murieron veinte niños y seis adultos.