Muchas veces hemos oído hablar de la circuncisión como una práctica religiosa y cultural, sin embargo, esta operación se recomienda médicamente a niños que tengan estrechez en el prepucio del pene.
El prepucio es la piel que recubre al pene, y cuando está estrecha, no se retrae para descubrir el glande. Este tipo de estrechez del prepucio es lo que llamamos fimosis. La fimosis es absolutamente normal en bebés, y muchas veces va mejorando sola, sin necesidad de tratamiento.
Sin embargo, hay casos en los que esto se convierte en un problema. La circuncisión es recomendable a partir de los cuatro años, solo para aquellos niños que continúen con la fimosis.
Es importante hacer un diagnóstico correcto, ya que esta condición se puede confundir con adherencias entre la piel prepucial y el glande, sin tener una estrechez real, es decir, sin constituir una fimosis.
Cuando existe una fimosis, el prepucio no permite que el glande se deslice durante la erección, provocando dolor. Es por esto que no existe una edad de tope para realizarse una circuncisión, de hecho, hay muchos adultos que también se operan.