Más de 50 muertos en atentado suicida con coche bomba en Damasco

Un atentado suicida con coche bomba cerca de la sede del partido gobernante Baas, en el centro de Damasco, dejó este jueves más de 50 muertos, en su mayoría civiles, según medios oficiales y fuentes opositoras.

El atentado fue seguido por disparos de dos obuses de mortero contra la sede del estado mayor en el barrio de los Omeyas en Damasco, dos días después de la caída de un obús cerca del palacio presidencial, por primera vez desde el inicio del conflicto hace cerca de dos años.

Según un nuevo balance de la televisión oficial, por lo menos 53 personas murieron y varias decenas resultaron heridas en este ataque, el más sangriento en la capital desde el doble atentado suicida del 10 de mayo de 2012, que causó 55 muertos. La televisión había dado antes un balance de 35 muertos y 237 heridos en el atentado, que no fue reivindicado.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que se basa en una red de militantes y médicos, dio de su lado un balance de 42 muertos, la mayoría de ellos civiles y nueve miembros de las fuerzas gubernamentales.

Hacia las 10H00 locales (08H00 GMT), en una hora de gran afluencia en el barrio comerciante de Mazraa, un kamikaze hizo estallar su coche repleto de explosivos delante de un retén formado con bloques de hormigón que obstruye la entrada a la sede del partido Baas, en el poder desde hace medio siglo en el país.

Imágenes difundidas por la televisión mostraban vehículos destruidos por el fuego, una espesa humareda negra, cuerpos ensangrentados y edificios dañados.

“¿Esta es la libertad que quieren? ¿Esto es el Ejército Sirio Libre?”, preguntó un hombre, refiriéndose al rebelde ESL, al ser interrogado por la televisión siria en el lugar de los hechos.

“Es terrorismo (…) ¿A esto le llaman islam?”, dijo a la televisión uno de los heridos.

La explosión hizo estallar los vidrios de las ventanas de la embajada de Rusia, sin causar heridos, informaron las agencias de prensa en Moscú. Rusia es una de las pocas potencias extranjeras que apoyan al régimen de Damasco y que continúa con una presencia diplomática en la capital.

La televisión oficial y el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) afirmaron que se trataba de un atentado suicida.

Al Ejbariya, el canal oficial, aseguró que entre los heridos figuran niños “porque hay una escuela cerca” del lugar de la explosión.

Un policía afirmó que el coche estalló en la Plaza del 16 de Noviembre, cerca de la mezquita Al Iman, donde se halla la sede del partido Baas, en el poder en Siria desde hace medio siglo.

La AFP escuchó el ulular de las sirenas de las ambulancias y disparos de armas automáticas.

El jefe del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), Nayef Hawatmeh, resultó levemente herido en el atentado, informó un portavoz de la organización con sede en Siria.

El OSDH asegura que también estallaron otros dos coches bomba cerca de dos puestos de los servicios de seguridad en el barrio de Barzé, en el norte de la capital.

Varios atentados mortíferos, dirigidos principalmente contra los edificios gubernamentales, sacudieron Damasco los últimos meses. La mayoría fueron reivindicados por los rebeldes islamistas.

Poco después del atentado y en un nuevo desafío al régimen los rebeldes dispararon dos obuses que cayeron en la sede del Estado Mayor sirio, también en el corazón de Damasco.

La opositora Coalición de Oposición siria denunció el atentado “terrorista” con coche bomba y calificó de criminales los ataques contra civiles “independientemente de quien sea el autor”.

Las tropas del régimen impiden desde hace meses que los rebeldes ingresen en Damasco, plaza fuerte del poder, y los atacan con aviones y artillería pesada en las cercanías de la capital.

En momentos en que el vecino Líbano procura mantenerse a distancia del conflicto sirio, el ESL amenazó con atacar a partir del jueves las posiciones del movimiento libanés Hezbolá, al que acusa de bombardear localidades rebeldes en Siria, en una escalada que hace temer de nuevo una extensión del conflicto.

Por su parte, la oposición en el exilio estaba reunida en El Cairo para examinar la propuesta de su líder, Ahmed Moab al Jatib, de llevar a cabo conversaciones con representantes del régimen, con el fin, según él, de terminar logrando que el presidente Bashar al Asad abandone el poder.

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