“Lastimosamente no hay otra que hacer una segunda caravana con destino a nivel internacional, a Lima”, sede de la RLOMPD, “donde queremos denunciar los atropellos de que somos objeto por el gobierno”, dijo Jorge Lupa, dirigente del colectivo de minusválidos, a medios locales bolivianos.
La protesta empezó en la Plaza de Armas de la ciudad de Santa Cruz rumbo, primero a La Paz, a unos 900 kilómetros al este, y luego hacia Lima, a 1.500 kilómetros de distancia.
El colectivo de minusválidos recorrió el año pasado durante 60 días unos 1.000 kilómetros en una marcha desde la ciudad amazónica de Trinidad (noreste de Bolivia), pasando por Santa Cruz (este) hasta llegar a La Paz (oeste), pidiendo que el gobierno accediera a sus reclamos.
Los manifestantes, acompañados de sus familiares, exigen al gobierno una subvención anual de 2.000 bolivianos (unos 290 dólares) y mejores tratos para el sector, integrado por unas 20.000 personas en todo el país.