El padre de un ingeniero automotriz de origen chino que, un buen día, decidió construir un auto a escala para su hijo. Pero al juguete le agregó fibra de carbono, monta de doble suspensión, discos de freno en las cuatro ruedas, llantas de aleción y un motor eléctrico que colocó en el eje delantero. También tiene luces de LED, sistema de audio y cinturones de seguridad.
El motor eléctrico puede superar los 100 km/h, pero el padre asegura que, para preservar la seguridad de su hijo, lo ha limitado a algo menos de 5 km/h.
Por todo lo anterior, se calcula que el juguete podría haber costado unos 15 mil euros.