¿Qué es tener Asperger?

La reciente masacre de Connecticut ha puesto sobre el tapete una supuesta relación entre la violencia y esta forma de autismo.

El viernes pasado, el mundo se conmocionó ante la noticia de la masacre en la escuela primaria Sandy Hook, en Connecticut, EE.UU.

El joven Adam Lanza, de 20 años, quien al parecer tenía síndrome de Asperger, irrumpió en el colegio y mató a 20 niños y seis adultos. Previamente había disparado a su madre en su casa.

Las dudas en torno al Asperger no se hicieron esperar, sobre todo porque muchos medios de comunicación pusieron hincapié en el trastorno que tenía Lanza, dando la impresión de que este guardaba alguna relación con la violencia y la agresividad.

Sin embargo, esto es totalmente falso, como asegura el psicólogo clínico y lingüista Ernesto Reaño, quien dirige el Equipo de Investigación y Tratamiento en Asperger y Autismo (EITA).

Para el experto, si bien las personas con Asperger presentan dificultades para planear temas muy complicados, ‘solo bajo condiciones de estrés muy altos’ pueden herir a una persona, por lo que la violencia o agresividad son comportamientos atípicos e infrecuentes.

El experto señala que el Asperger es un tipo de autismo leve, caracterizado por la dificultad de socializar y una serie de patrones repetitivos de comportamiento.

‘No se trata de una enfermedad, sino de una condición de vida que forma parte de la neurodiversidad’, aclara.

Asimismo, explica que las personas con Asperger tienen muchas virtudes, entre ellas una gran capacidad para memorizar y agrupar cosas.

Según Reaño, los primeros síntomas de Asperger aparecen entre los 6 y 9 meses de vida. ‘Si el bebe es muy tranquilo, si no le importa la presencia de otras personas y si no responde cuando se le llama pueden ser algunos de los síntomas’, explica.

El Asperger suele diagnosticarse entre los 3 y 4 años, cuando el niño empieza su etapa de interacción con los demás. ‘Ahí, los padres se dan cuenta de que algo pasa’, comenta.

En estos casos, se recomienda acudir a un especialista para hacer un diagnóstico adecuado y empezar a entrenar sus habilidades sociales y sus capacidades para empatizar.

También es bueno que los padres y los pacientes reciban charlas especializadas para que puedan comprender mejor esta condición.

Lo Último