La polémica sobre una eventual candidatura presidencial de la Primera Dama, Nadine Heredia, se avivó este jueves luego que el presidente del Jurado Nacional de Elecciones aclaró que la Constitución le allana el camino para presentarse en las elecciones de 2016.
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“La Constitución no lo prohíbe. Hay una norma de menor rango que se lo impediría, pero esto se vería en su momento”, dijo a periodistas el presidente del Jurado Electoral, Francisco Távara, relanzando un debate que permanecía en la congeladora desde hacía meses.
El primer ministro Juan Jiménez señaló en rueda de prensa este jueves que la Primera Dama ha dicho que “no está en su agenda ser candidata a nada, sino seguir apoyando a su esposo en las tareas de gobierno”.
Por su parte, el expresidente Alan García saludó la posibilidad de una eventual candidatura de la esposa del presidente Ollanta Humala ya que “refrescaría la escena política nacional porque se trata de una persona joven”.
“La Constitución no dice que la esposa de un presidente de la República no puede ser candidata. Yo estoy en contra de limitar a las personas en sus derechos”, agregó García.
“Le van a levantar el freno legal”, declaró a la televisora canal N, Fernando Rospigliosi, sociólogo y exministro del Interior durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006).
Según Rospigliosi, el gobierno “está negociando” la forma de levantar los obstáculos legales que podrían cerrarle el paso a la Primera Dama.
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“El Tribunal Constitucional sería la última instancia en decidir”, acotó Rospigliosi, para quien ese organismo dará luz verde a una candidatura de la Primera dama.
Las limitaciones legales tienen que ver con la ley orgánica de elecciones, una norma de 1994 que impide a todo pariente del presidente de la República aspirar a cargos públicos.
En septiembre Heredia negó que aspire a la presidencia, porque la ley prohíbe a la esposa de un mandatario postular cuando está casada con el jefe de Estado, alegó.
Nadine Heredia, de 36 años, es muy querida en Perú, y su popularidad, según todos los sondeos, supera el 50%, un nivel mayor al de su esposo.
A los ojos de la población ella es el brazo derecho del mandatario y es percibida virtualmente como la copresidente de Perú, según una encuesta anual a la élite empresarial y política local difundida en setiembre pasado.