A inicios de la década pasada era la forma más popular de comunicarse por Internet. Pero de a poco cayó en desgracia. Hoy, muy poca gente lo utiliza. Así que por estas cinco razones estamos felices de que cierren Messenger.
1) ¡No más cadenas!: Desde hace 10 años que venimos aguantando todos los días cadenas por correo electrónico que anticipaban la muerte de Messenger. “Si no pasas este correo a todos tus contactos, tu cuenta será eliminada”, decían las mentadas cadenitas. Como ya Messenger murió, nunca más veremos uno de esos molestosos correos.
2) ¡No más spam!: ¿Cuántas veces te agregó una usuaria llamada chicacaliente@hotmail.com? ¿O un desconocido que no tenías idea de dónde había salido? Con la muerte de Messenger nunca más nos agregará gente que no conocemos. Todas las redes sociales actuales tienen filtros para tener sólo personas que conoces.
3) No más virus: Infectarse con un virus informático era muy común en Messenger. ¿Te acuerdas de cuantas veces le tuviste que avisar a tus contactos que no abrieran el archivo de fotos que “enviaste” cada tres minutos porque era un virus? Claro, para algunos es triste… era la única vez que recibía un mensaje en MSN.
4) Adiós a los nombres extraños y de colores: Fue la sensación a mediados de la década pasada. Todos comenzaron a descargar el Messenger Plus, que te permitía personalizar cada parte del Messenger. Así proliferaron los nombres con colores, símbolos extraños e incomprensibles. Tanto, que muchas veces no sabías quien te hablaba.
5) Se terminan los zumbidos: Ese maldito ruido con que el más intenso de tus amig@s te buscaba cuando no contestabas será parte de un remoto (y olvidable) pasado. No sabemos por qué la gente utilizaba este recurso… ¿Quién le haría caso a un desagradable sonido?