Un basurero lleno de cachorros en descomposición fue descubierto en una granja de Gales (Gran Bretaña) esta semana. Días antes, un grupo de investigadores incautó 200 perros de una ‘fábrica de cachorros’ en Arkansas, EE.UU., en condiciones tan poco saludables que tuvieron que usar trajes contra riesgo biológico.
Páginas como Puppy Find distribuyen perros con la misma facilidad con la que se reparte un DVD y ofrecen un directorio de 50 mil canes para escoger.
Pero los expertos creen que comprar a estos animales por Internet está provocando la aparición de criadores poco éticos. La Sociedad Humanitaria de Estados Unidos estima que estos criaderos producen 400 mil camadas al año.
‘Internet ha hecho más fácil que un negocio parezca respetable’, dice Andy Robbins, vocero de la Sociedad Real para la Prevención de Crueldad en Animales, la beneficencia animal más grande de Gran Bretaña. ‘La gente ve una web bonita y asume que todo está bien. La tecnología también ha hecho más fácil falsificar certificados de salud’.
Una encuesta del Kennel Club halló que el 20% de los propietarios británicos de cachorros compraron sus mascotas en línea. ‘Es como comprar pollos para una granja, los perros son tratados como máquinas que producen camadas una y otra vez en condiciones deplorables’, señala Heidi Ancell, gerente de relaciones públicas del Kennel Club. ‘Algunos cachorros sobreviven, pero otros tienen problemas de salud y mueren poco después de nacer.
Ancell añade que existe un ‘riesgo potencial’ de que los animales traumatizados o enfermos puedan convertirse en una amenaza para sus dueños. Otros creen que la culpa es de los compradores.
‘Los criadores solo responden a una demanda’, señala la doctora Jessica Vogelsang de la Escuela de Medicina Veterinaria en UC Davis. ‘El público que busca un perro aún mantiene una cruel indiferencia y la necesidad de gratificación instantánea, esto genera una fuente interminable de animales mal criados que terminan en refugios o muertos’.