Cenicienta tenía que lavar, planchar, coser, cocinar, porque así lo ordenaba su madrastra, una mujer que disfrutaba humillándola. Blanca Nieves tuvo peor suerte: su madrastra era bruja. ¿Tan terrible es que papá o mamá se vuelvan a enamorar?
Lucero Papa, psicóloga y administradora del blog Mamá de dos chancletas, señala que esas representaciones de los cuentos infantiles ya no influyen de manera negativa en los niños de hoy.
Muchos ya tienen padres separados o conocen a un amigo que los tiene. No obstante, indica que la presencia de una nueva pareja es un cambio severo en la vida del menor, por lo que es importante ir despacio.
‘Si bien al inicio de la relación, los papás sienten la intensidad de lo nuevo, los hijos no van a asimilar la situación de la misma manera, ellos no van a querer de inmediato a la nueva persona y no debemos forzarlos a que lo hagan’, señala Papa.
‘Las investigaciones indican que son necesarios unos tres o cuatro años para que una familia se reconstituya, así que hay que darle tiempo al niño’, agrega la experta.
Para generar una mejor relación entre el niño y el padrastro, Papa recomienda que primero se trabaje el contacto verbal y más adelante el contacto físico.
‘Es importante generar conversación, elogiar al niño o contarle cuentos, de esta forma se propicia la comunicación. Luego vienen las caricias y los abrazos, en ese orden’, explica.
Según Papa, la presencia de ambos padres es muy importante para que el niño se acostumbre a tener una nueva persona en su vida. ‘El error más común de un padre divorciado es visitar menos a sus hijos porque no quiere encontrarse con la nueva pareja de su ex, eso deprime al niño y le hace pensar que la nueva pareja es la causante de su tristeza’, finaliza.