Frase eterna
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La famosa transmisión en blanco y negro de la ‘caminata lunar’ de Neil Armstrong el 20 de julio de 1969 fue vista por unas 500 millones de personas. ‘Este es un pequeño paso para el hombre y un salto gigantesco para la humanidad’, dijo Armstrong entonces. Sin duda, una de las grandes frases de la historia.
21 horas en la Luna
Armstrong bajó de la nave Apolo 11 con una escalera demasiado corta que lo obligó a saltar para llegar al suelo. Veinte minutos más tarde, el astronauta Buzz Aldrin se reunió con él. Ambos estuvieron 21 horas en la Luna y trajeron 21 kilos de roca. Sobre el terreno dejaron la bandera de Estados Unidos y una placa con un mensaje de paz del entonces presidente Richard Nixon.
Vendían hasta su pelo
Por su hazaña, Armstrong fue condecorado en 17 países y recibió una serie de honores en Estados Unidos, su país. Pese a ello, nunca se sintió famoso y procuró alejarse de la prensa. Cuando se enteró de que algunas personas lucraban con sus autógrafos, dejó de darlos. Incluso amenazó con demandar a su peluquero el 2005, cuando se enteró que estaba vendiendo sus pelos a un coleccionista.
El cielo, su pasión
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A los 16 años se convirtió en piloto de aviones, antes incluso de obtener su permiso para manejar autos. Como aviador, realizó 78 misiones durante la guerra de Corea de 1950. También estudió Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de Purdue, en Indiana. En 1962 fue seleccionado por la NASA para incorporarse como astronauta.
Muy querido
Sus compañeros del Apolo 11 lamentaron su muerte. Buzz Aldrin, de 82 años, dijo que deseaba haber llegado con vida junto a Armstrong hasta el año 2019 para celebrar juntos el 50 aniversario del Apolo 11. ‘Pero no podrá ser’, señaló. Por su parte, Michael Collins, el tercer astronauta de la misión, dijo que Amstrong ‘era el mejor y su ausencia se va a sentir enormemente’.
¿Qué hizo después?
Luego de su exitosa misión, la NASA lo dejó ir, como solía hacer con los astronautas de esa época. En 1971, Armstrong empezó a trabajar como catedrático, aunque por poco tiempo. Ocho años después, empezó a trabajar como asesor y portavoz de instituciones y empresas, sobre todo ligadas a las misiones espaciales.
La teoría de la conspiración
Todavía hay quienes creen que la caminata lunar fue una farsa. Uno de ellos es Bart Sibrel, un periodista estadounidense que afirma que los alunizajes del Apolo entre 1969 y 1972 fueron un montaje, ya que en esa época no había la tecnología suficiente para lograr tal hazaña. Sibrel ha realizado documentales como A Funny Thing Happened on the Way to the Moon y Astronauts Gone Wild.
Cuestión política
La ambición estadounidense de llegar a la Luna comenzó con una decisión política. En mayo de 1961, en plena Guerra Fría, el presidente John F. Keneddy prometió ‘poner un estadounidense en la Luna antes del final de la década’. Ello en respuesta a la carrera espacial de la Unión Soviética que en 1957 logró poner en órbita su satélite Sputnik 7 y por la hazaña de Yuri Gagarin, el primer hombre que viajó al espacio en 1961. La misión Apolo logró que 12 hombres pisaran la Luna entre 1969 y 1972.