Las tres son jóvenes, vibran con la música y proclaman su oposición al “autoritarismo” del presidente ruso Vladimir Putin, lo cual valió a su banda punk, Pussy Riot, una súbita notoriedad y a ellas dos años de detención por “vandalismo”.
Nadejda Tolokonikova, Yekaterina Samutsevich y Maria Alejina fueron declaradas este viernes culpables de “vandalismo” e incitación al odio religioso por haber entonado en febrero, encapuchadas y acompañadas por sus guitarras, una “oración punk” contra Putin, en la catedral de Cristo Salvador de Moscú.
Hasta ese momento, muy pocos habían oído hablar de ellas.
Nadejda Tolokonikova, 22 años
Nadejda Tolokonikova también forma parte, junto a su marido Piotr Verzilov, del grupo contestatario Voina, y participó en varias de sus provocadoras “performances”, como haber dibujado en 2011 un falo gigante frente a la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex KGB) en un puente de San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia.
En 2008, Tolokonikova, embarazada de nueve meses, posó desnuda en un museo de Moscú en una sugestiva postura, junto a su marido, para protestar contra la elección del presidente Dimitri Medvedev, apadrinado por Putin. La ‘performance’ se tituló “Nacimiento de un osezno”, en referencia al futuro mandatario (“Medvev” significa “oso” en ruso).
La muchacha, una morena de ojos oscuros a la que sus admiradores prestan una gran belleza, participó en numerosas manifestaciones contra el régimen de Putin y a favor de los derechos de los homosexuales.
Nació en Norilsk, una ciudad industrial del gran norte ruso, y estudió filosofía en la prestigiosa universidad estatal de Moscú. Desde niña afirma que se siente atraída por las “situaciones extremas”.
Tiene un ídolo: Hera, su hija de 4 años, a la que puso ese nombre en honor de la esposa de Zeus, para que sepa “defenderse contra sus enemigos” como lo hacía esa diosa de la mitología griega, según cuentan sus amigos.
Maria Alejina, 24 años
Maria Alejina, una mujer delgada de cabellos castaño claro, es una activa militante ecologista. Oriunda de Moscú, se dio a conocer por sus acciones de defensa del lago Baikal (en Siberia) y contra la destrucción del bosque de Jimki, en los suburbios de la capital, para construir una autopista.
Alejina, de religión ortodoxa, escribe poemas y organiza regularmente, junto a otras voluntarias, actividades creativas para los niños internados en un hospital psiquiátrico de Moscú.
Cursa actualmente estudios en la Escuela de Periodismo y Literatura de Moscú y cría sola a su hijo Philippe, de 5 años.
Yekaterina Samutsevich, 30 años
Yekaterina Samotsevich, una mujer morena de mirada audaz, es la mayor del grupo. Cumplió 30 años el pasado 9 de agosto.
Se diplomó en el Instituto de Energía de Moscú y trabajó en una empresa del sector militar, donde se dedicó en particular a la concepción de programas informáticos para el submarino nuclear “Nerpa”.
Pero renunció a ese trabajo para seguir una formación de fotógrafa y de multimedios, de 2007 a 2009.
Samutsevich se define como una “pintora que hace arte político”. Junto a Nadejda Tolokonikova, su mejor amiga, participó en todas las grandes acciones del grupo Voina, como soltar cucarachas en un tribunal de Moscú en 2010 o abrazar a policías mujeres en el metro de la capital en 2011.