La médico Virginia Moyer, quien pertenece a la agencia de servicios preventivos, dijo que sólo 1 de cada 1.000 hombres que son examinados se benefician de la prueba. La mayoría de ellos enfrentaría efectos secundarios que van desde incontinencia e impotencia hasta un derrame o la muerte.
‘Su médico de cabecera no debería de sugerir la prueba de forma rutinaria (…) Pero si un paciente la solicita, el médico tiene la responsabilidad de informarle de los riesgos y daños potenciales’, dijo Moyer.
Sin embargo, la Asociación de Urología en Estados Unidos, sigue recomendando la popular prueba.
Por otro lado, también se ha dado a conocer que, si los hombres pensaban que se podrían librar del clásico examen digital rectal, están equivocados: este tipo de pruebas se sigue recomendando a los varones mayores de 50 años, ya no solo para detectar un incipiente cáncer de próstata, sino de recto.