No quería cambiar el modo de manejar bicicleta, dice. Pero también afirma que esto es un juego para él.
Su prototipo está basado en una bicicleta de playa regular, como la que muchos viajeros usan para llegar al trabajo o pasear por la ciudad. El conductor pone presión en el sensor, que activa el sistema de frenado en la parte delantera de la horquilla.
‘Tomará varios años hasta que lo puedas comprar en una tienda’, dijo y añadió que probablemente tomará cinco años producir algo lo suficientemente ligero que pueda funcionar comercialmente. También piensa que puede hacer que este sistema funcione con frenos ABS en lugar de frenos de disco ‘relativamente simples’ que usan ahora las bicicletas.
El freno sin cables funciona con 99,9999999999997 por ciento de confiabilidad, de acuerdo con un comunicado de prensa de la Universidad Saarland en Alemania.