Un embrollo diplomático que vincula a Perú y España se ha desatado debido a las palabras del consejero del interior del Gobierno Autónomo de Cataluña, Felip Puig, quien en días pasados tuvo cuestionables expresiones hacia la comunidad peruana que muchos tildan de racistas.
El 5 de setiembre pasado, el político español expresó que “hay colectivos de una procedencia determinada que tienen tendencia a caer en determinados ámbitos delictivos”, poniendo como ejemplos a las bandas de peruanos que operan en las autopistas y a los ladrones de cobre rumanos.
El jueves, el Consulado General de Perú en Barcelona le dirigió una nota al consejero manifestando ‘su extrañeza y malestar por las afirmaciones’, y solicitando oportunas disculpas que no han llegado.
Ayer, los parlamentarios andinos Hilaria Supa y Alberto Adrianzén rechazaron las palabras de Puig.