El ojo de Irene tocó tierra en las costas de Carolina del Norte este sábado a las 08H00 locales (12H00 GMT) con vientos máximos sostenidos de 140 km/h y se desplazaba hacia el noreste a una velocidad de 22 km, indicó el último reporte del Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.
El presidente Barack Obama, que exhortó a los estadounidenses a “tomar en serio esta tormenta” cuyas proporciones podrían ser “históricas”, interrumpió sus vacaciones en Massachusetts (noreste) y regresó a Washington la noche del viernes, poco antes de la medianoche.
“Insisto en que si se encuentran sobre la trayectoria prevista del huracán, deben tomar precauciones desde ahora. No esperen”, dijo el mandatario en una alocución.
El ciclón se debilitó a categoría uno en la escala de cinco niveles Saffir-Simpson pero sigue siendo una amenaza cuando se dirige hacia la costa este para pasar el domingo por Washington, Nueva York y Boston, una de las regiones más pobladas del mundo con 65 millones de habitantes, y acompañado de olas de entre 3 a 4 metros de altura.
“Se prevé que el huracán se mueva cerca o sobre las costas del Atlántico esta noche y se dirija sobre el sureste de Nueva Inglaterra el domingo”, agregó el NHC, al recomendar a Canadá monitorear el ciclón que podría cruzar la frontera.